El tiempo de las cholitas


Cuando vi esta foto de David Mercado publicada en La Jornada, quedé impactado. Tardé mucho en escribir sobre ella porque me provoca muchas cosas. Por un lado, el valor estético, la composición, el juego de las polleras moviéndose al ritmo de los colores. Me conmueve más que ver a Lorena Ochoa ganando una de sus tantas medallas en un torneo internacional. Pero por otro lado, me lleva a reflexiones inacabadas sobre el tema, al sin sentido de una chola –ubicada abajo en la escala social boliviana- practicando el deporte más hermético y distintivo de la élite. La cholita que ahora se convierte en imagen for export, que es retratada cuando practica “lucha libre”, cuando trabaja como prostituta, cuando enamora en una plaza o, ahora, cuando juega golf. “Tee time for Cholitas”, como titula Reuters un video difundido en Internet. La cholita devenida en algo excéntrico, en una imagen turística, como si no fuera una mujer más que puede hacer cientos de cosas y no tiene por qué llamar la atención. Pero para cierta mirada sorprendida, ella está ahí, donde no debería estar, entre lo insólito y lo sublime, entre lo ridículo y la reivindicación, en una tarde acariciada por el sol paceño.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
"Pueden ser eso y más. Tiene el derecho y la capacidad de llegar a emular a Lorena Ochoa. Todo es cuestión de querer, las oportunidades alli están y son de quien las toma"; esas son las ideas del capitalismo salvaje, inhumano que quiere hacer iguales a quienes ha convertido en desiguales y lavar su conciencia aduciendo que todos tenemos las mismas oportunidades de "triunfar". Me pregunto ¿donde estará esa cholita en estos momentos? ¿Posando para otra foto?

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